Amado San Pancracio,
glorioso mártir de Cristo y protector de quienes buscan sustento,
hoy me acerco a ti con fe y humildad.
Tú, que entregaste tu vida por amor a Dios siendo tan joven,
escucha mi súplica y preséntala ante el Señor.
Intercede por mí en este momento de necesidad.
Tú conoces mis preocupaciones, mis luchas y mis deseos
de encontrar un trabajo digno que me permita
ganar el pan de cada día, sostener a mi familia
y vivir con tranquilidad.
San Pancracio, modelo de esperanza y caridad,
abre los caminos laborales que están cerrados para mí,
haz que las puertas se abran y que las oportunidades lleguen,
para que pueda demostrar mis talentos,
trabajar con honestidad y cumplir con mis deberes.
Dame fuerza en la búsqueda, paciencia para esperar
y confianza en el plan divino de Dios.
Que mi esfuerzo sea recompensado con un empleo
donde reine la paz, la justicia y el respeto.
Te prometo honrar tu nombre,
ser agradecido con quienes me ayuden
y compartir con los necesitados lo que reciba.
Por Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
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